miércoles, 10 de octubre de 2012

REFLEXIÓN DE PASTORAL Y ACCIÓN SOCIAL. Textos ( Jn, 6. Jn 1-45. Mt,8,14-15)

            1. Después de leer la Sagrada Escritura, habiendo tomado por primera vez contacto con esta materia (Pastoral y acción social), la Palabra de Dios coge todavía más fuerza. Se encauza en un campo que la filosofía nos dejaba ver de una forma menos abierta a la transcendencia. La teología en la acción social, nos instruye e indica como tiene que proceder la Iglesia y los cristianos, frente a los problemas de la sociedad. Alumbrando desde la fe estas necesidades o carencias que puedan tener los hombres, las empresas, los mercados, el mundo, pero sobre todo las familias.
            2. La Doctrina Social de la Iglesia, es la forma de proceder de la Iglesia frente a un mundo que necesita de Dios, en su Caridad y en su Paternidad. Ilumina a los cristianos y los hace participes de ese plan de salvación que El Padre pide en su voluntad. Dándoles unos principios de reflexión, en los que puedan moverse y evangelizar desde el ejemplo, de Cristo en medio del mundo. Pues, esta no es sólo una labor de los sacerdotes, si no de todo cristiano, de toda la Iglesia.
            3. En estos tres textos bíblicos, me encuentro con un Jesucristo que clama al mundo atención. Un mensaje que es adoptado por aquellos que quieren escuchar su voz y pretenden seguirle, ayer, hoy y siempre, en sus dudas y dificultades, en sus miserias y pobrezas, y como no en su condición de pecadores. Pero estas condiciones, no frenan a Jesucristo ni a su celo de llevar a cabo la voluntad del Padre, que en su misericordia no mira nuestros pecados, solo quiere ver nuestra respuesta a su llamada. Jesucristo, se hace caridad para con nosotros, se entrega como ejemplo, como Amor para ver, como luz para juzgar, como pan para actuar.
            4. En Mt, 8, 14-15, vemos la síntesis de lo que dice el papa Juan XXIII al tratar de explicar en “Mater et Magistra”, la funcionalidad que tiene que tener un cristiano al aplicar lo aprendido en la Doctrina Social de la Iglesia. Ver, la realidad y estudiarla. Juzgar según la voluntad del Padre, y en nuestra condición según la palabra de Dios. Actuar según la necesidad y las directrices adoptadas. Jesús ve a un enfermo, juzga la situación y actúa para sanar su enfermedad, dar una resolución a su problema, en este caso la mejor solución.
            5. Seguidamente en Jn, 6, vemos cual es la respuesta de la gente a la actuación que tiene Jesucristo con los que están enfermos, los necesitados de Dios. Jesucristo hace en Él, el ejemplo a seguir, y lo hace cuando la gente comienza a ver los gestos. La caridad no pide la conversión instantánea, más bien la caridad es instructiva y modela el corazón. Como se dice en el Salmo 126, 1- 2. Es Dios quién modela el corazón, y todo esfuerzo por cambiarse a uno mismo es inútil, si no reconocemos nuestra debilidad y a Dios como quien tiene esa capacidad. Dios nos da la gracia de poder creer y nos llama a ello. Pues en Jn, 6, 5-16 se realiza el milagro de los panes y los peces. Una clara muestra de cuanto puede colmar nuestro Señor a quien se entrega de corazón y lo entrega todo, sin reservas. Pues, Dios sabe y nos dice en Jn, 6, 16-21 “No temáis Soy yo” quiere que abramos nuestro corazón a Él, ya que sabe bien que pan necesita, sabe que alimento necesita nuestro espíritu, Jn 6, 22-27.
            La Doctrina Social de la Iglesia, nos pide que seamos protagonistas en nuestra vida cristiana. Que no tengamos miedo a manifestar a Dios y a su Iglesia cuando hacemos obras de caridad a la sociedad. Ya que el hombre en medio del mundo esta dudando de su propia condición de hombre. En la caridad, esta la entrega, y en esa entrega nos tenemos que dar como pan que baja del cielo, a ejemplo de Jesucristo Jn 6, 34- 40. Quien es capaz de probar de este pan que Dios da por medio de Jesucristo y  la Iglesia, su necesidad cambia, y su vida cambia. Pues Dios, tiene esa riqueza de poder cambiar las cosas del mundo. Transforma lo mundano en divino, y el que cree en Él  comiendo de ese pan tiene vida eterna. Jn 6, 52-58.
Por medio de esta palabra y la Doctrina social, me doy cuenta  de que aunque la gente no crea y exista gente mala en el mundo que quiera impedir la fe en Dios, la Iglesia no tiene que decaer en la desesperación y el desánimo. Tenemos medios suficientes que nos fortalecen, siendo capaces de transformar por nuestro ejemplo, aprendido en Jesucristo, a esa gente que no cree, esta apartada y necesitada de Dios. Estos son, la Eucaristía, la Palabra de Dios Jn 6, 67-71, y el sí en nuestro compromiso como cristianos dispuestos ayudar desde la caridad, desde nuestra propia entrega y sacrificio. El ejemplo de Jesucristo cumpliendo la voluntad del Padre, tiene que mover a toda la Iglesia a creer en Él y querer seguir sus pasos. Ya que Jesucristo es la luz del mundo Jn, 8, 12 que puede juzgar y ver las cosas para saber actuar correctamente en la voluntad del Padre. Si queremos aplicar la caridad en misión pastoral o acción social de manera que sea capaz de modelar los corazones del mundo, pidámoslo a Dios y veamos que podemos utilizar de la Doctrina Social de la Iglesia. Pues, solo Jesucristo puede sacarnos de la oscuridad que el mundo tiene dar un verdadero sentido a lo que realizamos por el Amor infinito de Dios Padre.

                                                           David Escoin Rubio

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